Fuerte desembarco de las cooperativas en el negocio de la televisión paga argentina

8 11 2010

Mientras hasta el propio gobierno otea el horizonte para ver cómo avanza con la aplicación de la nueva ley de medios, otros actores se lanzaron rápida y decididamente a conquistar los espacios prometidos. Pero ninguno de los potenciales nuevos jugadores creados o potenciados por la norma que regula la comunicación audiovisual en el país se ha mostrado tan activo como las cooperativas. Esto plantea nuevos debates: habrá más competencia en muchas plazas, pero en algunos lugares la pelea será con pymes, que en muchos casos fueron pioneras en la prestación del servicio

Via Twitter (pueden seguirme en @jcrettaz), un funcionario del Gobierno me explicó que no es a partir de esta nueva ley de medios que las cooperativas pueden acceder a licencias sino que ya habían abierto ese camino con una reforma del artículo 45 de la antigüa ley de radiodifusión.

“Con gran apoyo de las cooperativas trabajamos el tema y logramos aprobarlo con una apreciable mayoría. Luego en Senadores hicieron alguna modificacion que desnaturalizó en parte la propuesta original. Pero hubo gran satisfacción de todas las empresas de capital social pues luego de 30 años, se les permitía acceder a ser titulares de licencias de radiodifusión. En verdad no se hizo mucha promoción de este logro (en aquella época otros eran los temas sensibles) y hasta funcionarios del gobierno y del área de comunicación afirman, que recién con la sanción de las 26522, las organizaciones sin fines de lucro, pueden entrar al espectro”, me contó amablemente el hombre.

En Argentina existen alrededor de 300 cooperativas de telecomunicaciones (y otras cientos de cooperativas eléctricas que podrían volcarse a este sector). No hay cifras oficiales (como es habitual en Argentina), pero se estima que esas empresas tienen actualmente entre 600.000 y 700.000 clientes.

Además, hay unas 120 cooperativas que ya ofrecen televisión paga y se enrolan bajo el paraguas de Colsecor, una experiencia que está sirviendo de modelo para las que avanzan ahora hacia el negocio de la televisión paga.

Como sea, estos días escribí un par de notas al respecto en La Nación, cuyos párrafos salientes y links comparto a continuación.

Cinco cooperativas, listas para dar TV paga y competir con Cablevisión

Están listas para dar televisión paga totalmente digital y acaban de presentar una propuesta al Gobierno para acceder a espectro para ofrecer telefonía móvil en sus respectivas áreas de cobertura y con sus propias antenas. Son las cooperativas de telecomunicaciones más desarrolladas tecnológicamente, una veintena de entidades de capital social que prestan servicios en el país y están varios pasos adelante del promedio del sector. En abril de 2008, se agruparon en la Cámara de Cooperativas de Telecomunicaciones (Catel) y la semana próxima harán una prueba piloto de televisión digital en Morteros, Córdoba.

Cinco cooperativas que integran la cámara están listas para dar ese servicio, para el que ya pidieron licencias y están a la espera de la confirmación de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación (Afsca). Son Telpin (Pinamar), TelVviso (Del Viso y Pilar), Cpetel (Santa Rosa, La Pampa), Telvgg (Gdor. Gálvez, Santa Fe) y la cordobesa Coopmorteros, que prevén captar de manera inmediata no menos de 50.000 abonados de televisión digital. En la mayoría de estos casos, las cooperativas competirán directamente con Cablevisión (Ggrupo Clarín), el mayor operador de TV paga del país.

Hasta la sanción de la ley de servicios de comunicación audiovisual, las cooperativas tenían prohibido dar televisión paga. Por eso, las federaciones y cámaras que agrupan a este tipo de empresas, apoyaron fuertemente a la administración Kirchner en la sanción del proyecto.

“Como mínimo vamos a dar un servicio equivalente a lo que está dando hoy Cablevisión Digital, ésa sería nuestra oferta básica. Más del 90 por ciento de la TV en la Argentina es analógica todavía y este atraso ocurrió por los años en los que se limitaron las licencias y no hubo competencia», dijo Darío W. Oliver, presidente de Catel y gerente general de Telpin.

Las empresas van a ofrecer 80 señales, video a demanda con películas, y la posibilidad de grabar y pausar en vivo. «Y el OTT, over the top, que es la tecnología que permite que, cuando se sale del área de cobertura, uno se lleva el decodificador o st top box y puede mirar televisión por Internet”, explicó Roberto Mayer, gerente general de TelViso.

La misma tecnología integra Internet a la televisión, de manera que, si en el país hubiera un servicio de alquiler de películas, como Netflix (Estados Unidos), podría accederse desde la pantalla del televisor. “Pero no es un producto para el segmento ABC1, es para todos”, dijo Mayer, que se confesó ansioso por tener las licencias.

“Nuestra oferta básica, como la que da el cable digital, podría estar hoy en alrededor de 85 pesos, pero cada cooperativa decidirá las particularidades comerciales del producto”, explicó Oliver. En principio, apenas el Gobierno les otorgue las licencias, las cooperativas prevén conectar a no menos de 7200 clientes en no más de tres años. La gestión de compra de los contenidos quedará en manos de Colsecor, una red de 120 cooperativas de televisión paga.

Para poder dar el servicio, cada una tendrá que desembolsar una inversión fija de unos US$ 200.000 en su propia red, y una inversión variable de US$ 220 por abonado, que implica, sobre todo, el costo de dos decodificadores por hogar. Además, prevén una inversión conjunta de US$ 600.000 en un centro de procesamiento, que estaría ubicado en Del Viso o en General Gálvez.

Cooperativas vs. pymes del cable, otra pelea por la ley de medios

Más de cien cooperativas de servicios públicos pedirán al Gobierno licencias para dar televisión por cable en distintas localidades del país, en muchas de las cuales ya operan pymes del sector. La ley de servicios de comunicación audiovisual eliminó una antigua restricción que impedía a las empresas cooperativas prestar servicios de radiodifusión, algo que muchas entidades igualmente habían logrado sortear en la Justicia mediante medidas cautelares o recovecos legales.

Así, lejos de crear competencia para los operadores más grandes, Cablevisión (Grupo Clarín), Supercanal (Grupo Uno) o Telecentro (Grupo Pierri), concentrados principalmente en los principales centros urbanos, la nueva ley de medios la está creando para las pequeñas y medianas empresas, que así lo habían advertido durante el tratamiento parlamentario de la norma, hace más de un año. En las localidades menos pobladas, las cooperativas y las pymes cableras tienen más parecidos que diferencias. En ambos casos se trata de esfuerzos locales, individuales o colectivos, para proveer de un servicio considerado poco rentable para los grandes operadores.

“Las cooperativas de mi federación vamos a pedir 100 licencias de televisión por cable. Y vamos a firmar un convenio con el Gobierno para tener también televisión terrestre gratuita y también vamos a buscar tener licencia para la televisión directa al hogar [vía satélite, como DirecTV]», dijo a LA NACION Antonio Roncoroni, presidente de la Federación de Cooperativas del Sur (Fecosur), que se reunió recientemente con autoridades de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (Afsca). La otra gran entidad del sector, la Federación de Cooperativas Telefónicas, no ha mostrado mayor interés en la radiodifusión.

Las pymes del cable ya habían advertido sobre sus reparos acerca de la norma. «La ley habilita el ingreso en la TV por cable de cooperativas, que explotan servicios públicos de telefonía o distribución de electricidad en condiciones monopólicas en sus regiones de operación. Desde su monopolio, las cooperativas podrían practicar conductas predatorias y anticompetitivas: subsidios cruzados, precios predatorios o prácticas atadas, imponiendo el servicio en competencia a sus clientes cautivos», según expresaron en un documento difundido en varias oportunidades por las distintas cámaras del sector del cable.

Según Roncoroni, «las cooperativas van a competir razonablemente; seguramente la gran pelea va a ser los contenidos de la banda ancha. Nuestras redes tienen que estar preparadas en los pueblos del interior para poder dar no menos 10 mega [de velocidad] y llegar con televisión». Es que muchas cooperativas, las más avanzadas, ya comenzaron a comercializar el triple play (telefonía fija, banda ancha y televisión). Así lo está haciendo, por ejemplo, Telviso, en algunas localidades de la zona norte del conurbano.

La cooperativa pionera en abrirse camino en el negocio de la televisión por cable es Colsecor, una red de 120 cooperativas -principalmente de Córdoba y de Santa Fe- que lograron autorizaciones judiciales para dar ese servicio en localidades donde no había prestadores.

Ahora, muchas cooperativas están mirándose en ese espejo para lanzarse al servicio. Ricardo Cortés, de esa entidad, afirmó: «En algunos lugares es probable que se cree una nueva cooperativa de fin único o una sociedad de responsabilidad limitada (SRL) para dar televisión por cable en aquellos lugares donde ya haya una pyme. Así se venía haciendo con la ley anterior, para poder dar el servicio, se creaban SRL que funcionaban como cooperativas. Ahora, con la nueva ley se están transfiriendo las licencias».

«Las cooperativas tienen el mismo marco legal que el resto de los operadores», aclaró escueta una asesora jurídica de Afsca que prefirió no revelar su identidad. Por eso, no podrán ser simultáneamente licenciatarios de televisión abierta, de cable y satelital, como quiere Roncoroni.

Durante las últimas jornadas de la televisión por cable, Fabián Di Cicco, ejecutivo de Red Intercable, una empresa que representa a 237 pymes de 19 provincias que sumadas prestan servicio a 610.000 abonados, afirmó que «el problema de la ley de medios es que ignora a las pymes del cable. Es tiempo de que nos vean y reconozcan».

Red Intercable, que no respondió a la consulta específica de LA NACION, y Colsecor vienen compitiendo fuertemente en este segmento. En general, los precios ofrecidos por las cooperativas, que son organizaciones sin fines de lucro, son un 40% inferiores al promedio del mercado, que oscila en los 110 pesos.

Las empresas de cable no son sólo distribuidoras de señales nacionales e internacionales, también ofrecen sus canales de contenido local.

En todo el país, hay casi 600 canales de cable local en 900 ciudades. En el país, hay 6,5 millones de abonados a la televisión paga, el 19% de los cuales es cliente de empresas medianas o pequeñas del sector. Un 2,2% está abonado a las pocas cooperativas que venían prestando el servicio. Las pymes concentran el 17% de la facturación, lo que es equivalente a más de $ 1000 millones anuales.

Nueva incursión en la televisión abierta

Aunque con menos interés, el sector cooperativo también está dando pasos hacia la televisión abierta, donde prácticamente no hacía experiencias previas. Allí, la mira está puesta en el sistema de televisión digital estatal del que podrían convertirse en un socio clave. «Las plantas transmisoras necesitan energía, locaciones y antenas, y nosotros tenemos todo eso», se entusiasmó el presidente de la Federación de Cooperativas del Sur (Fecosur), Antonio Roncoroni.

El 12 de agosto, dos semanas antes de que la presidenta Cristina Kirchner reglamentara la ley de medios, comenzó a transmitir canal 9 Celta TV, una señal abierta de la Cooperativa de Tres Arroyos, en esa localidad bonaerense, que tiene un bloque de seis horas de programación propia y el resto del día retransmite el canal Encuentro, del Ministerio de Educación. En esa zona, ya se veían el Canal 7 del Estado nacional, y el Canal 8 de Mar del Plata, repetidora del grupo Telefé.

Por otra parte, hace pocas semanas también lanzó su propia señal abierta la Usina Popular de Necochea, que cuenta con algunos programas propios y luego repite los programas del Canal 6 Cooperativo, señal de Colsecor, un grupo de más de 120 cooperativas cableras.

Esa misma señal también se retransmite por aire en Río Tercero, Córdoba, y en La Matanza, Buenos Aires.

Para el experto en telecomunicaciones Henoch Aguiar, «emitir un canal de aire requiere de espaldas económicas amplias para poder sostenerlo. Sobre todo en el interior, en localidades en que el mercado publicitario no alcanza a sostener ni la mitad de los gastos necesarios para tener una programación mínimamente digna. Por eso, las cooperativas son las principales candidatas a crear estaciones de televisión abierta, puesto que, además de tener sustento económico, ya expresan la cultura asociativa de una localidad».


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