Hoy, Francisco Olivera publicó en La Nación una muy divertida crónica del discurso del jefe de gabinete (y cerebro detrás de la política de comunicación kirchnerista), Juan Abal Medina, y de la reunión que el CEO de YPF, Miguel Galuccio, mantuvo con empresarios en el Consejo de las Américas. Allí, entre otras cosas, se cita una declaración del «empresario» y ex ministro menemista (involucrado en su momento en casos de corrupción) José Luis Manzano (socio de Daniel Vila en Grupo Uno Medios y en otros negocios energéticos y de servicios públicos). «‘Acuérdese de lo que le digo: en tres años, [el yacimiento de] Vaca Muerta va a ser Texas. Después dígame si miento’, apostó ante el cronista, y afirmó que él ya estaba trabajando con YPF. ¿A qué precio se sumaría?, se le preguntó, y ahí sí se diferenció de sus colegas: dijo que el valor actual neto del barril de crudo en el mercado interno (73 dólares) era suficiente y que, para el gas no convencional, alcanzaba con los 4,50 dólares por millón de BTU que ‘tiene en este momento todo el mercado por Gas Plus'». Manzano -que según Olivera es «uno de los pocos empresarios de diálogo con la Casa Rosada»– ya no piensa en cómo la ley de medios audiovisuales obligará a Grupo Uno a «adecuarse» al nuevo marco regulatorio. ¿Será que ya está todo arreglado? El 20 de agosto pasado, publiqué en La Nación detalles de la estrategia consensuada con la administración kirchner. A continuación se reproduce ese texto.
Desde que volvió a recorrer los despachos de la Casa Rosada en el último año y medio, José Luis Manzano -ex ministro menemista reconvertido en empresario- está tranquilo. Los negocios que encabeza junto a Daniel Vila, comprovinciano y socio inseparable, están a salvo y podrían acrecentarse al calor de la relación que ambos lograron reconstruir con el kirchnerismo tras el abismo abierto con la sanción de la ley de medios audiovisuales. Ese renovado vínculo es un éxito no menor de Manzano, viejo compañero político de actuales funcionarios, legisladores y jueces. Y ya se nota en los contenidos de sus medios (lo que incluye las televisaciones del Fútbol para Todos y ficciones de producción estatal).

El 2 de septiembre de 2009, cuando la presidenta Cristina Kirchner ya había enviado al Congreso el proyecto que luego se convertiría en ley de medios, Vila pronunció un discurso sin rodeos transmitido por varias de sus emisoras y canales de TV. «A partir de este proyecto nos están sobrando sillas, gente y medios. Esto tiene una gravedad institucional y jurídica solamente comparable con el golpe de Estado de marzo de 1976. El matrimonio Kirchner es un especialista en cercenar la libertad de expresión y un especialista en ejercer la libertad de extorsión. ¿Cómo deben interpretarse los llamados insistentes a los distintos medios de comunicación para acallar las voces de aquellos periodistas que denuncian hechos de corrupción?», se preguntó esa vez, y dijo: «Hoy soy el principal defensor de Clarín».
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