Héctor Magnetto: «Nos demonizaron, quisieron convertir nuestra marca y nuestro logo en sinónimo de vergüenza»

3 12 2016

Terminé de leer el libro Así lo viví, la larga entrevista de Marcos Novaro a Héctor Magnetto. El libro tiene dos prólogos -uno de Carlos Pagni y otro de Marcelo Longobardi- y se estructura en cinco capítulos con un anexo documental que contiene fragmentos de los discursos del CEO del Grupo Clarín en los encuentros gerenciales de ese conglomerado en los últimos años. Debo decir que las preguntas de Novaro son muy buenas y no esquivan las acusaciones que Clarín recibió del kirchnerismo, y las respuestas (donde se aceptan errores y se señalan responsabilidades) no esquivan esos tópicos. Para mi, esto es lo más importante de ese trabajo.

asi-lo-vivi

1. Kirchner y la prensa

Argentina debería promover la existencia de varios grupos de medios sólidos y autosustentables; obviamente, no a costa de destruirlos que ya tiene.

Los medios no eligen presidentes. La historia lo ha demostrado claramente.

[El kirchnerismo] apuntó a consagrar un modelo de gobierno basado en la concentración de poder, la perpetuación familiar y el rechazo de cualquier forma de control.

Como quedó demostrado con muchos otros actores de la Argentina, el problema no era yo, sino cualquier factor de la sociedad que no pudieran controlar.

Con la excusa de los intereses corporativos, se intentó negar legitimidad a la empresa periodística, que es, aquí y en el mundo, la base de sustentación del periodismo profesional.

Me parece que el caso de Clarín lo incomodaba [a Kirchner] especialmente por dos razones: percibía que tenía la autonomía financiera para sobrevivir sin la asistencia estatal, y no se sentía cómodo confrontándolo ideológicamente por la tradición desarrollista del diario y la mirada progresista de varios de sus periodistas.

Néstor Kirchner estuvo obsesionado desde el principio con nosotros. Diseccionaba cada tapa, cada título, cada epígrafe. Se quejaba con los periodistas y también llamaba a la empresa. No sólo cuestionaba análisis y opiniones, sino también el espacio que se les daba a las noticias. Buscaba siempre segundas intenciones, mensajes subliminales, conspiraciones. Desconocía o ninguneaba la lógica periodística.

A principios de 2004, con el secuestro de Axel Blumberg, el acto en la ESMA en el que Kirchner desconoció a Alfonsín y la toma de la comisaría de La Boca por parte de D’Elía, el gobierno recibió fuertes críticas en los medios durante una semana. La reacción de Kirchner fue destemplada. Según cuentan algunos de los integrantes de la comitiva que en esos meses lo acompañó en viajes oficiales a España y China, se irritaba cuando leía los diarios argentinos. Ellos lo escucharon insultarme a gritos por una columna de Van der Kooy, lo que refleja la concepción que tenía del periodismo: para él, todos eran escribas de los dueños.

Durante años, decenas de periodistas soportaron esta descalificación, sin más defensa que la de los colegas que se encontraban en una situación parecida, la de las empresas en las que trabajaban y la de una ética personal que demostró ser valiosa, porque les dio fuerza en medio de la tormenta.

En la calle, viví personalmente las dos cosas, las felicitaciones y los insultos.

Creo que el kirchnerismo, y algunas usinas académicas que terminaron siendo funcionales a él, mezclaron deliberadamente esos escándalos y fraudes con sus propios prejuicios sobre las empresas de medios, para establecer paralelismos más que forzados entre lo que pretendía hacer el gobierno argentino y los dilemas que enfrentaban los países desarrollados.

El objetivo era sentar las bases de un nuevo sistema de medios alineado con el poder político y desarticular al mismo tiempo un sistema de medios privado con posibilidades de autosustentación.

El kirchnerismo quería medios débiles, que necesitaran de la pauta o de otros negocios concecionados por el Estado. Que fueran para siempre tributarios del poder político. O si no, en el otro extremo, grandes corporaciones globales, que no tuvieran la más mínima intención de criticar al poder local. Aquí entran desde los grandes estudios de Hollywood hasta las corporaciones telefónicas o satelitales.

Un medio corrupto no tiene futuro: las audiencias lo detectan y lo abandonan.

En el mercado de medios argentino la competencia es muy intensa, lo ha sido históricamente. Proporcionalmente, hay mucho periodismo político en diarios, radio y televisión, y ha sido siempre muy diverso en términos ideológicos y partidarios.

Una estrategia razonable para un país más que fragmentar artificialmente medios para que terminen dependiendo de otras fuentes de financiamiento podría ser la de favorecer la existencia de diversos grupos de medios privados, autosustentados y diversificados. Y, en paralelo, establecer un sistema transparente de fomento para medios dedicados a atender segmentos específicos, comunidades puntuales, minorías, etc.

Cuando se empieza a hablar en serio de escalas, tecnologías y marcos regulatorios, se ve que los grupos de comunicación nacionales, entre ellos, Clarín, son chicos.

Las mismas posibilidades que tuvimos de integración […] o del ingreso posterior al mercado del cable e Internet, estuvieron disponibles para el resto de los actores de la industria.

Nos adjudicaron habernos beneficiado con la devaluación y la pesificación, cuando fuimos de los más perjudicados. Y obviamente, de haber apoyado el plan económico de la dictadura que Clarín fue el primero en cuestionar. Pero la verdad histórica poco importaba.

Uno de los objetivos de la estigmatización empresarial era disciplinar. Y lo hicieron muy bien con un grupo de empresas no menor, que prefirió hacer negocios a cambio de silenciar sus críticas. Fue otra impostura. Los Kirchner tuvieron un discurso de combate al capital, de enfrentarse a los intereses poderosos y concentrados. Pero la paradoja es que muchos de estos sectores convivieron pacíficamente con ellos sin hacer jamás planteos públicos críticos ni presentar objeciones a las decisiones de gobierno, por más dañinas que las consideraran.

Si podíamos ser atacados, denigrados y difamados todos los días a un nivel tan exasperante, era obvio que tan poderosos no éramos.

Creo que uno de los peores momentos fue cuando intentaron mezclar dos historias, el caso Noble y lo de Papel Prensa, para tratar de meternos presos a la señora de Noble y a mi. Era todo un delirio, pero contaron con la ayuda de algunos organismos de derechos humanos, de algunos fiscales y jueces amigos, y creo que estaban decididos a avanzar con eso incluso sin pruebas.

Cuanto más acorralados parecíamos estar, más gente confiaba en nuestra información.

Aguantamos, además -hay que decirlo-, porque teníamos espalda. Otros debieron vender, o prefirieron vender. No los juzgamos, porque quizás en algún caso era la única manera de proteger las inversiones y las fuentes de trabajo.

 

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Falló el satélite Intelsat 9 y se apagaron 40 canales pagos en América Latina

5 08 2012

Una falla grave en el satélite Intelsat 9 sacó del aire hoy a unos 40 canales de televisión y radio. El desperfecto, cuyas causas se desconocen, dejó a millones de usuarios de TV paga de Argentina y toda América latina sin las señales National Geographic, FX, Fox Life, MTV, VH1, Warner, AXN, Universal, Sony, Space, E!, HBO, Nickelodeon, Utilísima, SyFy, TCM, MuchMusic, Infinito e I-Sat, entre muchas otras pertenecientes a los principales programadores de la región (Turner, Fox, Disney y Discovery, entre otros).

En Argentina, la falla alcanzó a unos 11 millones de hogares que están actualmente conectados a la televisión paga. El satélite afectado fue fabricado por Boeing, puesto en órbita en 2000 para una vida útil de 15 años, y es operado por la empresa estadounidense Intelsat Ltd, que ayer no emitió ningún tipo de información sobre el desperfecto.

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Record de abonados a la TV paga argentina: 8.537.728 hogares conectados

14 03 2012

La TV paga creció en 2011 el 7% y sumó otros 600.000 abonados, lo que la ubica en el récord de 8.537.728 hogares conectados. Los datos fueron difundidos ayer por el Consejo Latinoamericano de Publicidad en Multicanales (Lamac, por sus siglas en inglés), una cámara que agrupa a 40 señales de televisión paga. Según estos números, y a pesar del crecimiento de la televisión digital abierta estatal (TDT), el 72% de los hogares que tienen televisor está abonado a algún servicio de TV paga.

De acuerdo con el relevamiento, el 82% de los hogares accede a televisión y servicios mediante cableoperadores, y el 18% restante lo hace mediante sistemas de televisión satelital directa al hogar (DTH). Los principales actores siguen siendo Cablevisión y DirecTV. Pero se mantiene la relevancia de cientos de cableoperadores independientes en el interior del país.

En el agregado total, el 30% de los hogares está conectado a algún tipo de servicio digital (lo que permite acceder a un mayor número de señales y a paquetes adicionales de contenidos). Aunque lentamente la penetración del servicio digital sigue avanzando. En 2011, sólo el 26% de los clientes estaban conectados a paquetes digitales.

El 37% de los abonados a la TV paga está en la Capital Federal y el Gran Buenos Aires, y el 63% restante, en el interior del país. La penetración del servicio en las casas con televisor es mayor en el centro y el sur del país y menor en el norte, en sintonía con el poder de compra promedio de los habitantes de esas regiones.

La provincia con más alta penetración de TV paga es Santa Cruz, con el 96%, seguida por La Pampa, con el 91%, y Neuquén, con el 90%. Más atrás, vienen Chubut y la Capital Federal, ambos distritos con el 86%, y Tierra del Fuego, 84%. Luego siguen Río Negro y el Gran Buenos Aires, con el 79% cada uno; San Juan, 78%; Córdoba y Catamarca, ambos con 77%; Santa Fe, 76%, y la provincia de Buenos Aires (sin GBA), el 74%. La penetración más baja de la TV paga se da en Santiago del Estero, 43%; Misiones, 49%; Formosa, 52%; Tucumán, 53%, y Chaco, 57%.

Este texto fue publicado en La Nación el 13 de marzo de 2012





Los malabares del Gobierno para hacer de cuenta que la ley de medios puede cumplirse (y la idea “híbrida” que acercó DirecTV)

24 05 2011

La ley de medios da potestad a la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (Afsca) para que, resolución mediante, “ordene” la grilla de programación de la TV paga. Así lo hizo el organismo que preside el concejal de Lomas de Zamora Gabriel Mariotto. Mucho se ha dicho acerca de las deficiencias técnicas de la nueva ley de medios (algo señalado, entre otros, por Julio Bárbaro«La ley de medios fue hecha por universitarios que nunca estuvieron en los medios»).

Mediante la resolución 296/10, ordenó incluir “todas las cadenas de noticias” lo que se traduce como “incluir el canal oficialista CN23” y todos los canales con participación estatal lo que debe entenderse como “los canales estatales que el Gobierno quiera”. Así fueron a parar a la grilla CN23 (sólo Cablevisión resiste) y PakaPaka (el infantil del que hemos escrito mucho aquí, aquí y aquí). Curiosamente, el Gobierno no ha hecho nada para incluir Incaa TV (sólo el muy prolijo Telecentro lo tiene en su grilla) ni los demás canales que el Estado está abriendo para dotar de contenidos a su televisión digital terrestre (entre ellos el turístico Argentina HD –que en rigor no es HD– y el próximo a inaugurar, Sonar TV –Teresa Parodi y Víctor Heredia, mediante–). Lee el resto de esta entrada »





Fútbol HD por PakaPaka: sorpresivo armisticio en la más reciente batalla mediática del kirchnerismo

23 05 2011

Con una extraña explicación, Cablevisión -el principal operador de TV paga de Argentina- finalmente incluyó el canal infantil estatal Paka Paka en su paquete digital. Me parece bien, es lo que habíamos opinado en este post. Aunque no tengo ninguna confirmación oficial para sostenerlo, es posible que esa incorporación haya tenido que ver con el hecho de que Cablevisión (como DirecTV, el segundo gran operador) está transmitiendo el partido HD que el Fútbol para Todos (también estatal) incluye ahora en cada fecha.

En fin, parece que todos ganan (aunque habría que ver si también gana el espectador): Cablevisión y DirecTV incluyen como pueden (no hay que olvidarse de las restricciones técnicas) Paka Paka y a cambio el Gobierno (que transmite el fútbol en HD por la TV digital terrestre abierta) les permite incorporar ese partido a sus respectivas redes digitales. El Gobierno da por ganada una batalla liderada por la propia presidenta Cristina Kirchner. Así las cosas, sólo algunos talibanes K siguen reclamando la incorporación de Paka Paka en al grilla analógica del cable. Hasta Télam, la agencia gubernamental que debería ser estatal, celebró la inclusión.

Conclusión: todos ganan audiencia, Cablevision y DirecTV para que los abonados que quieran ver el fútbol con calidad HD no se pasen a la TV abierta digital, y el Gobierno para exponer sus toneladas de avisos propagandísticos ante la voluminosa audiencia de la TV paga. Podría decirse que los espectadores también dado que una buena parte de ellos (los más adinerados, por cierto) podrán acceder a Paka Paka y al fútbol HD (el primer partido transmitido en esta calidad de imagen y sonido fue Boca-River, ni más ni menos).

Digo que es rara la explicación que dio Cablevisión porque en esa empresa sostienen que “se hizo un espacio” para Paka Paka cuando la señal Gambling (propiedad de/vinculada a Gerardo Sofovich) decidió “no renovar” el contrato. Pregunto, con lo que cuesta ganarse un espacio en las atestadas plataformas de distribución de la TV paga, ¿A quién se le puede ocurrir no renovar un contrato? No hay que olvidar que para incluir el canal de noticias kirchnerista CN23 y doce horas de Paka Paka, DirecTV dio de baja la tradicional señal cultural Canal (a) y doce horas de Management TV.

En fin. Como no es la primera, no será la última negociación entre algunos medios y el Gobierno (después de tanto pelear). ¿Y la ley de medios (PakaPaka debe ser incluido en el abono básico según las disposiciones que se desprenden de esa normativa “maravillosa”)? Como pasó con la legislación anterior: el Gobierno (el que sea, el que esté de turno, este y el que venga) la hará cumplir al que quiera y como quiera.





DirecTV incluyó 1/2 Paka Paka en su grilla para calmar al Gobierno

7 05 2011

Finalmente, Paka Paka llegó a DirecTV, y me motivó a escribir… El que quiera leer antes la primera parte de esta historia, pase por aquí. Y el que quiera anticiparse al capítulo que viene, que espere porque lo estoy cocinando, lo saco del horno y lo subo. Mientras, copio aquí (con algunos agregados) la nota que salió en La Nación.

La puja por la grilla de programación de la TV paga, que ya lleva nueve meses, no cede. Esta semana, los operadores DirecTV y Antina realizaron modificaciones en su programación que les permiten cumplir parcialmente con lo dispuesto por la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (Afsca), que obligó a incluir en la grilla todos los canales del Estado o con participación estatal y la señal de noticias privada CN23.
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Algunas ideas sueltas para entender qué pasa con el canal infantil Paka Paka

18 04 2011

Cablevisión debería realizar todas las gestiones técnicas y contractuales para sumar a su grilla a Paka Paka e Incaa TV, es cierto. Pero eso es tan cierto como que el Gobierno esconde detrás del pedido por el canal infantil del ministerio de Educación otro interés: instalar CN23 la señal de (buenas) noticias del tándem Szpolski-Garfunkel, totalmente controlada por la usina informativa paraestatal (Dato: al menos el 80% de la facturación de ese grupo mediático proviene de la pauta oficial). Si no, no se comprende mucho la embestida (una más) contra Clarín.

En los últimos días asistimos en Argentina a otra discusión incomprensible: el Gobierno Kirchner acompañó un recurso de amparo en la Justicia para pedir la incorporación en la grilla de Cablevisión de Paka Paka y organizó un festival frente al Ministerio de Educación, al que asistieron numerosos funcionarios. En tanto, Cablevisión salió a explicar por qué la señal infantil no está en su programación.

Cablevisión (grupo Clarín) no es el único sistema de medios que no incluyó esos canales en su grilla. El segundo operador de TV paga de Argentina es DirecTV, con 1,3 millones de hogares conectados y tampoco incluyó Paka Paka en su grilla ni lo hará. ¿Por qué el Gobierno no arremetió ahora contra DirecTV por «censurar» a Paka Paka? Facilísimo, porque ese conglomerado global (que factura el triple que el Grupo Clarín) ya incluyó en su programación a CN23. Los argumentos de DirecTV para descartar la incorporación de Paka Paka e Incaa TV a su grilla son parecidos a los de Cablevisión y están relacionados con la capacidad de transporte de señales de sus respectivos sistemas (para incorporar nuevas hay que dar de baja algunas de las existentes, 1 x 1) y con la existencia de lazos contractuales vigentes. De hecho, para poner CN23 en su grilla, DirecTV dio de baja un cultural cultural argentino histórico Canal (a).

Tampoco es verdad que todos los sistemas de cable del país ya transmitan el canal infantil y el de cine argentino y latinoamericano (Incaa TV, que a mi también me gustaría tener en el televisor) y el único que se resista sea el grupo Clarín. En el interior argentino profundo, una indeterminada cantidad de cableoperadores pymes tampoco baja la señal y por lo tanto no la distribuye entre sus abonados. ¿Qué responden al grupo Clarín? ¿Le tienen miedo? No, ahora que el fútbol es «gratis», nada que ver. Por una parte, se trata de empresas que tienen varios miles de clientes y están algo atrasadas tecnológicamente. Podrían emitir gustosamente Paka Paka pero para eso tal vez deberían estar completamente en regla para pedir el decodificador oficial, o poder transmitir 40 canales que se vean bien. Personalmente, se de varios casos concretos para protegerlas prefiero no mencionarlas. Por otra parte, hay decenas de cableoperadores (algunos cooperativos) que ya pidieron los decodificadores y aún no los recibieron. ¿Por qué tanto apuro en Buenos Aires y tanta demora en el interior? ¿Dónde es que vota la gente? Ah, eso no tiene nada que ver, claro. Además, ¡los chicos no votan!
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La televisión paga argentina apuesta a la alta definición

10 03 2011

Una nota que publiqué hoy en La Nación.

La televisión paga será de alta definición (HD, como se la conoce) o no será nada. Ese parece ser el destino de la TV por cable o satélite ante la multiplicación de contenidos en la TV abierta gratuita y la commoditización del cable básico: ampliar la oferta de señales en alta definición.

El desarrollo del HD, que ya tiene unos 250.000 usuarios en la Argentina, comenzó el año pasado, empujado por el Mundial de Sudáfrica -el primero transmitido íntegramente en ese estándar- y por la financiación en hasta 50 cuotas ofrecidas por bancos y cadenas comerciales. Con ese impulso, programadores, sistemas de TV paga, fabricantes y cadenas consultados por LA NACION, creen que 2011 será el año del gran salto.

Los 300.000 hogares con HD.- «En la Argentina podríamos superar los 300.000 hogares a fin de año. Para entonces, en América latina podría haber 2,2 millones de abonados», explicó Adrián Herzkovich, gerente general de Fox Argentina, donde la firma (dueña de Cinecanal HD, Movie City HD, Nat Geo HD, entre otras) prevé ofrecer 20 señales este año. «Toda la televisión va a ser HD, hacia eso tiende la industria, porque así lo piden los usuarios que una vez que conocieron la alta definición no quieren volver a la estándar», agregó Sergio Canavese, director regional de Afiliados de Discovery Networks, que en la región ofrece dos señales en ese sector, Discovery HD Theater y TLC HD.

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Ya no importa quién tiene más rating, sino quién lo mide mejor

9 03 2011

El rating es el tema del momento en Argentina. Cuestionan a Ibope, única medidora presente en el mercado, por los números que ofrece; le surge una competencia «por vía telefónica», Aresco; y el Gobierno quiere tener su propio relevamiento (para el cual llamó a una licitación en la que tendría que elegir entre esas dos empresas). Mientras, DirecTV, desde Miami, lejos del barro en el que se dirimen las discusiones en Buenos Aires, anunció que extenderá a América latina (y eso incluye a la «muy europea» Argentina) su sistema de medición DTV Ratings. Sobre eso escribí hoy en La Nación, por su no lo vieron.

Ibope, Aresco, Afsca y ahora también DirecTV. El rating -esos números que hace tiempo saltaron de los escritorios de los programadores a la cotidianidad del público- ya no será el mismo. En los próximos meses, dos medidoras privadas, la Administración Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (Afsca) y la operadora de TV satelital, tendrán sus propios resultados y habrá que ver si eso pone al negocio más cerca de «la verdad» o si sólo agregará más confusión y discusiones. Aquí están los cuatro, cada uno con su planilla.
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